Los Seis Pasajeros Del Avión
¿ Que hace un piloto y quienes son. ?
Un piloto de aviación o piloto aviador es la persona cuya función es guiar aeronaves en vuelo. El término original era el de aviador, especialmente en Francia, de donde surgió el término Avión. Habitualmente se dividen en pilotos civiles y militares, si bien la permeabilidad entre ambas ramas profesionales ha sido tradicionalmente muy alta.
¿ Que hace un piloto y quienes son. ?
Un piloto de aviación o piloto aviador es la persona cuya función es guiar aeronaves en vuelo. El término original era el de aviador, especialmente en Francia, de donde surgió el término Avión. Habitualmente se dividen en pilotos civiles y militares, si bien la permeabilidad entre ambas ramas profesionales ha sido tradicionalmente muy alta.
¿ Fueron, quienes son, y en que época existe y
existieron. ?
Michael Jordán
(Nueva
York, 1963) Jugador de baloncesto estadounidense, uno de los mejores jugadores
que ha tenido la NBA y el mejor anotador de la historia. Cuando Michael cumplió
13 años, su padre hizo construir una cancha de baloncesto en el terreno situado
detrás de su casa, donde empezó a ser la admiración del barrio y de los vecinos
que se juntaban las tardes de los fines de semana para jugar al baloncesto y
hacer barbacoas.
En
1981 ingresó en el equipo de la Universidad de Carolina del Norte, y ya al año
siguiente era elegido mejor jugador de la temporada. En el verano de 1984,
cuando Michael ya era conocido en Estados Unidos con el apodo de "he can
do it all" (puede hacerlo todo), formó parte de una de las mejores
selecciones norteamericanas de baloncesto que, bajo la dirección del rígido
Bobby Knight (entrenador de la Universidad de Indiana), se alzó con la medalla
de oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1984), tras batir en la final a
la selección española. El quinteto estadounidense (León Wood, Michael Jordán,
Sam Perkins, Wayman Tisdale y Patrick Ewing) arrasó a todos sus rivales, con lo
que la aureola de Jordán comenzó a brillar en todo el mundo.
En
1984 fue fichado por los Chicago Bulls, equipo en el que permaneció a lo largo
de toda su carrera deportiva y con el cual obtuvo seis campeonatos de la NBA.
Máximo encestador en diez temporadas, obtuvo un promedio de 32 puntos por
partido, récord absoluto de la NBA, y fue elegido mejor jugador en 1988, 1991,
1992, 1996 y 1998. Acudió a su segunda cita olímpica en Barcelona 92, pero esta
vez como miembro del equipo profesional "Dream Team", con el que
repitió el oro que ya consiguiera como universitario en Los Ángeles.
En
octubre de 1993, tras el asesinato de su padre, abandonó la competición, pero
regresó a la NBA en marzo de 1995 y se convirtió nuevamente en la estrella de
los Chicago Bulls. Consiguió para su equipo un nuevo título en 1996. Cuando
regresó, la NBA no le permitió usar el número 23, que había sido retirado de
los Bulls. Poco después el supersticioso Jordán solicitó un favor especial y
los responsables del torneo le permitieron jugar con el mítico número. Otra de
las numerosas manías de este genial baloncestista es llevar debajo de la
indumentaria de los Bulls prendas de la Universidad de Carolina del Norte, en
cuyo equipo logró los primeros triunfos importantes.
Considerado
el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, entro de la cancha destacó
por su rapidez, elegancia e inteligencia, y fuera de ella, por su sencillez y
honestidad. A principios de 1999 anunció su definitiva retirada del deporte
activo.
Hippie
Se
llama hippie,
hippy o jipi a un movimiento contracultural, libertario y pacifista,
nacido en los años
1960 en Estados
Unidos, así como también a los seguidores de dicho movimiento. La
palabra hippie deriva del inglés hípster que solía usarse para describir a la
subcultura previa de los beatniks (término
relacionado pero no idéntico al de Generación
Beat), que tuvo como base importante la ciudad estadounidense
de San Francisco (California) y su distrito Haight-Ashbury. Esta
nueva subcultura heredó algunos valores contraculturales de la Generación Beat
y en menor grado del naturismo alemán. En algunos medios
de comunicación se utilizaba el término beatnik para referirse de modo
despectivo a la Generación Beat.
Los
hippies escuchaban rock psicodélico, Groove y folk contestatario, abrazaban
la revolución sexual y creían en el amor
libre. Algunos participaron en activismo radical y en el uso
de marihuana y alucinógenos como el LSD y otras drogas con la intención de
alcanzar estados alterados de conciencia; en
realidad una forma de rebelarse por la homogeneidad de conceptos que ofrece el
sistema. También buscaron formas de experiencia poco usuales en esos tiempos,
como la meditación. Debido a su rechazo al consumismo solían optar por la simplicidad voluntaria, ya
sea por motivaciones espirituales-religiosas, artísticas, políticas, y ecologistas.
A
finales de los años sesenta en EE. UU. Los hippies constituyeron una corriente
juvenil masificada, para después quedar pasada
de moda (anticuada), pero las
siguientes generaciones llamados neo-hippies mantendrían vivo al movimiento como
una subcultura establecida en muchas
formas y con nuevas generaciones hasta hoy. Así pues han erguido fenómenos como
la Rainbow
Family, la escena psytrance y goa
trance o los deadheads y phishheads. En tanto pequeños
enclaves de hippies originales y neo-hippies continúan desarrollando en parte
este estilo de vida, aunque con algunas modificaciones, bien en la ciudad o en
el campo.
Dalai Lama
Desde
1642 hasta 1959 los Dalai Lama ostentaron además el poder temporal en el Tíbet.
Al morir cada Dalai Lama, los monjes (lamas) del
Monasterio Amarillo designan a su siguiente reencarnación en un niño de corta
edad, interpretando una serie de signos con arreglo a su religión; no se trata,
por tanto, de una dinastía de monarcas hereditarios, sino de la máxima
magistratura personal de un régimen teocrático. En el interregno entre la
muerte de un Lama y la mayoría de edad del siguiente, el Monasterio ejerce
directamente el poder designando a un regente, al tiempo que se ocupa de la
educación del futuro jefe.
Ge-dun-grup-pa
(?-1474) fue el primero, fundador de la secta budista de los monjes amarillos y
del sistema sucesorio de la reencarnación de los lamas. Sonam Gyatso, III Dalai
Lama (1543-88) fue en realidad el primero que asumió el título de Dalai (palabra mongola que
significa «gran océano»). Al convertir al jefe mongol Altan Khan y a toda su
tribu, asentó definitivamente la hegemonía de la secta en el Tíbet, extendiendo
su influencia sobre Mongolia, China occidental, Bután y Sikkim.
Ngawang Gyatso, V Dalai Lama (1617-82) fue el
primero en asumir el gobierno temporal del Tíbet además del liderazgo
espiritual. Dicho cambio tuvo lugar en 1642, al destronar el príncipe mongol
Gusri Khan al rey del Tíbet y titularse él mismo rey; en realidad, Gusri se
limitó a ejercer un protectorado militar sobre el Dalai Lama, que era quien
gobernaba efectivamente. Al morir Gusri en 1655, el Lama pasó a controlar el
poder en solitario, si bien su autoridad religiosa estaba limitada por la de
otro dignatario budista, el Panchen Lama. Fue este V Dalai Lama quien construyó
el Palacio de Potala en Lhasa, desde donde han ejercido el poder sus sucesores
hasta el siglo XX.
Tendzin Gyatso, el actual Dalai Lama
Su sucesor Tshangyang Gyatso, VI Dalai Lama
(1683-1707), desbarató el prestigio adquirido por los monjes amarillos con su
comportamiento disoluto y mujeriego. El emperador chino aprovechó la ocasión
para intervenir en Tíbet, poniendo coto a su influencia espiritual sobre
Mongolia y la propia China. En 1720 los chinos invadieron el Tíbet y sometieron
al Dalai Lama a una relación de vasallaje, que perduró hasta la desaparición
del Imperio Chino en 1911.
Thupten Gyatso, XIII Dalai Lama (1876-1933),
fue un gobernante despótico, cuya torpeza diplomática le enfrentó con las
grandes potencias de la zona. Jugó la baza del acercamiento a Rusia, viéndose
atacado por una expedición británica que le obligó a refugiarse en China
(1904); más tarde, reconciliado con los británicos, sufrió el ataque de China y
hubo de refugiarse en la India (1910). Regresó al Tíbet en 1913, al recuperar
el país la independencia por la caída de la dinastía Manchú en China (1911).
Aliado ahora de los británicos -mientras el Panchen Lama representaba los
intereses chinos-, quiso emprender una política modernizadora en terrenos como
la educación o la defensa, pero el conservadurismo de los lamas frustró sus
intentos de reforma.
El
actual Dalai Lama
Al
morir se identificó a su sucesor en el niño Tendzin Gyatso, XIV y actual Dalai Lama (1939 - )
nacido en una familia pobre de origen tibetano en la provincia china de
Quinghai (1935). En 1950, cuando aún no había cumplido la mayoría de edad, los
comunistas chinos invadieron el país; Tendzin Gyatso, declarado mayor de edad
antes de tiempo, asumió el poder y se refugió cerca de la frontera con la
India; pero, al no recibir ayuda exterior pese a su llamamiento a la India de
Nehru y a las Naciones Unidas, hubo de aceptar la tutela comunista, firmando en
1951 un tratado que convertía al Tíbet en «provincia autónoma» de China.
Las relaciones con la China de Mao fueron muy
conflictivas, luchando el Dalai Lama por preservar el sistema tradicional
tibetano y los chinos por controlar el poder de hecho (designando por sí mismos
a un joven chino como la reencarnación del Panchen Lama).
William Gates - Bill Gates
(William Henry Gates III; Seattle, Washington, 1955) Informático y empresario estadounidense, fundador de Microsoft. La fortuna de este precoz programador, que no llegó a terminar sus estudios y que a los 31 años era ya multimillonario, procede del éxito arrollador de su sistema operativo, el MS-DOS (1981), que evolucionaría hasta convertirse en el popular Windows 3.1 (1992) y daría lugar a las sucesivas versiones de este sistema operativo, omnipresente hasta nuestros días en la inmensa mayoría de los ordenadores portátiles y de sobremesa.
Bill Gates
Es difícil juzgar hasta qué punto fue suerte o genial intuición advertir que, en la eclosión de la informática de consumo, había un mercado tan valioso en la fabricación de ordenadores (hardware) como en la creación del sistema operativo y de los programas que habían de emplearse en ellos (software). Lo cierto es que, mientras los fabricantes competían duramente por el hardware, una serie de circunstancias llevaron a que su sistema operativo se extendiese hasta quedar sin apenas competencia. De hecho, a menudo se ha acusado a Microsoft de prácticas monopolísticas, y a su fundador de falta de verdadera creatividad. Pero, aun admitiéndolo, deberá reconocerse que su contribución efectiva a la popularización de la informática (y a la vertiginosa escalada tecnológica que ha conllevado) fue inmensa.
Biografía
Bill Gates nació en una familia acomodada que le proporcionó una educación en centros de élite como la Escuela de Lakeside (1967-73) y la Universidad de Harvard (1973-77). Siempre en colaboración con su amigo Paul Allen, se introdujo en el mundo de la informática formando un pequeño equipo dedicado a la realización de programas que vendían a empresas o administraciones públicas. En 1975 se trasladaron a Alburquerque (Nuevo México) para trabajar suministrando a la compañía MITS una serie de programas susceptibles de ser utilizados con el primer microordenador, el Altair, para el cual habían desarrollado una versión del lenguaje de programación BASIC.
Ese mismo año fundaron en Alburquerque su propia empresa de producción de software informático, Microsoft Corporation, con Bill Gates como presidente y director general. Su negocio consistía en elaborar programas adaptados a las necesidades de los nuevos microordenadores y ofrecérselos a las empresas fabricantes más baratos que si los hubieran desarrollado ellas mismas. Cuando, en 1979, Microsoft comenzó a crecer (contaba entonces con dieciséis empleados), Bill Gates decidió trasladar su sede a Seattle.
El negocio del software
A principios de la década de 1970, la invención del microprocesador permitió abaratar y reducir el tamaño de las gigantescas computadoras existentes hasta entonces. Era un paso decisivo hacia un sueño largamente acariciado por muchas empresas punteras en el sector tecnológico: construir ordenadores de tamaño y precio razonable que permitiesen llevar la informática a todas las empresas y hogares. El primero en llegar podría iniciar un negocio sumamente lucrativo y de enorme potencial. Era impensable que una empresa como Microsoft, dedicada solamente al software (sistemas operativos y programas) pudiese jugar algún papel en esta carrera entre fabricantes de hardware, es decir, de máquinas.
Paul Allen y Bill Gates
Y así fue al principio: una competición entre fabricantes de ordenadores no demasiado honesta, pues hubo más de un plagio. A mediados de los años setenta, en un garaje atestado de latas de aceite y enseres domésticos, Steve Jobs y Stephen Wozniak diseñaron y construyeron una placa de circuitos de computadora, toda una muestra de innovación y de imaginación. Al principio tenían la intención de vender sólo la placa, pero pronto se convencieron de la conveniencia de montar una empresa, Apple, y vender ordenadores. En 1977 empezaron a comercializar la segunda versión de su computadora personal, el Apple II, que se vendía con un sistema operativo también creado por Apple: un hito histórico que marca el nacimiento de la informática personal.
Bastante ingenuamente, Apple cometió el error de dar a conocer a otras empresas las especificaciones exactas del Apple II. Para desarrollar su primer ordenador personal, la empresa IBM copió y adaptó la arquitectura abierta del ordenador de Apple y escogió el microprocesador Intel 8088, que manejaba ya caracteres de 16 bits. De este modo, en 1981, IBM pudo lanzar su primer PC (Personal Computer, ordenador personal). Pero el sistema operativo de su PC, imprescindible para su funcionamiento, no había sido creado por IBM, sino por Microsoft. Un año antes, en 1980, Bill Gates había llegado a un acuerdo con IBM para suministrarle un sistema operativo adaptado a sus ordenadores personales, el MS-DOS, que desde 1981 iría instalado en todos los ordenadores de la marca.
IBM obtuvo un gran éxito comercial con su PC. Con un precio que, con el paso de los años, sería cada vez más asequible, cualquier consumidor podía comprar una computadora de tamaño reducido, cuyas aplicaciones no hacían sino aumentar, y que abarcaban tanto el ocio como múltiples actividades laborales. Pero IBM también cometió errores en el uso de la patente. Muchas empresas, conscientes del gran boom que se avecinaba, se lanzaron a la fabricación y comercialización de PC compatibles, llamados en la jerga informática clónicos, más económicos que los de IBM.
El mercado se inundó de ordenadores personales compatibles con el de IBM que funcionaban con el sistema operativo de Microsoft, que podía venir instalado o adquirirse por separado, porque, aunque IBM lo había encargado, el MS-DOS no era de sus propiedad: había cedido los derechos de venta a Microsoft. Por otro lado, aparte de las empresas y administraciones, no siempre los usuarios adquirían la licencia del MS-DOS. Era sencillísimo conseguir una copia e instalarlo sin pagar, hecho que favoreció aún más su difusión.
Sócrates
(Atenas, 470 a.C. - id., 399 a.C) Filósofo griego. Pese a que no dejó ninguna obra escrita y son escasas las ideas que pueden atribuírsele con seguridad, Sócrates es una figura capital del pensamiento antiguo, hasta el punto de ser llamados presocráticos los filósofos anteriores a él. Rompiendo con las orientaciones predominantes anteriores, su reflexión se centró en el ser humano, particularmente en la ética, y sus ideas pasaron a los dos grandes pilares sobre los que se asienta la historia de la filosofía occidental: Platón, que fue discípulo directo suyo, y Aristóteles, que lo fue a su vez de Platón.
Sócrates fue hijo de una comadrona, Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el Justo. Pocas cosas se conocen con certeza de la biografía de Sócrates, aparte de que participó como soldado de infantería en las batallas de Samos (440), Potidea (432), Delio (424) y Anfípolis (422). Fue amigo de Aritias y de Alcibíades, al que salvó la vida.
La mayor parte de cuanto se sabe sobre él procede de tres contemporáneos suyos: el historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el filósofo Platón. El primero retrató a Sócrates como un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la virtud, pero con una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto vulgares. Aristófanes lo hizo objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde se le identifica con los demás sofistas y es caricaturizado como engañoso artista del discurso.
Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón en sus Diálogos, en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser en ocasiones excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la más justa.
Se tiene por cierto que Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le dio dos hijas y un hijo. Cierta tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva ante la actividad del marido y propensa a comportarse de una manera brutal y soez. En cuanto a su apariencia, siempre se describe a Sócrates como un hombre rechoncho, con un vientre prominente, ojos saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le atribuye también un aspecto desaliñado.
La mayéutica
Al parecer, y durante buena parte de su vida, Sócrates se habría dedicado a deambular por las plazas y los mercados de Atenas, donde tomaba a las gentes del común (mercaderes, campesinos o artesanos) como interlocutores para sostener largas conversaciones, con frecuencia parecidas a largos interrogatorios. Este comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de su sistema de enseñanza, la mayéutica.
El propio Sócrates comparaba tal método con el oficio de comadrona que ejerció su madre: se trataba de llevar a un interlocutor a alumbrar la verdad, a descubrirla por sí mismo como alojada ya en su alma, por medio de un diálogo en el que el filósofo proponía una serie de preguntas y oponía sus reparos a las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible reconocer si las opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un verdadero conocimiento.
En sus conversaciones filosóficas, al menos tal y como quedaron reflejadas en los Diálogos de Platón, Sócrates sigue, en efecto, una serie de pautas precisas que configuran el llamado diálogo socrático. A menudo comienza la conversación alabando la sabiduría de su interlocutor y presentándose a sí mismo como un ignorante: tal fingimiento es la llamada ironía socrática, que preside la primera mitad del diálogo. En ella, Sócrates proponía una cuestión (por ejemplo, ¿qué es la virtud?) y alababa la respuesta del interlocutor, pero luego oponía con sucesivas preguntas o contra ejemplos sus reparos a las respuestas recibidas, sumiendo en la confusión a su interlocutor, que acababa reconociendo que no sabía nada sobre la cuestión.
Tal logro era un punto esencial: no puede enseñarse algo a quien ya cree saberlo. El primer paso para llegar a la sabiduría es saber que no se sabe nada, o, dicho de otro modo, tomar conciencia de nuestro desconocimiento. Una vez admitida la propia ignorancia, comenzaba la mayéutica propiamente dicha: por medio del diálogo, con nuevas preguntas y razonamientos, Sócrates iba conduciendo a sus interlocutores al descubrimiento (o alumbramiento) de una respuesta precisa a la cuestión planteada, de modo tan sutil que la verdad parecía surgir de su mismo interior, como un descubrimiento propio.
La filosofía de Sócrates
La cuestión moral del conocimiento del bien estuvo en el centro de las enseñanzas de Sócrates, con lo que imprimió un giro fundamental en la historia de la filosofía griega, al prescindir de las preocupaciones cosmológicas de sus predecesores. Como se ha visto, el primer paso para alcanzar el conocimiento consistía en la aceptación de la propia ignorancia, y en el terreno de sus reflexiones éticas, el conocimiento juega un papel fundamental. Sócrates piensa que el hombre no puede hacer el bien si no lo conoce, es decir, si no posee el concepto del mismo y los criterios que permiten discernirlo.
El ser humano aspira a la felicidad, y hacia ello encamina sus acciones. Sólo una conducta virtuosa, por otra parte, proporciona la felicidad. Y de entre todas las virtudes, la más importante es la sabiduría, que incluye a las restantes. El que posee la sabiduría posee todas las virtudes porque, según Sócrates, nadie obra mal a sabiendas: si, por ejemplo, alguien engaña al prójimo es porque, en su ignorancia, no se da cuenta de que el engaño es un mal. El sabio conoce que la honestidad es un bien, porque los beneficios que le reporta (confianza, reputación, estima, honorabilidad) son muy superiores a los que puede reportarle el engaño (riquezas, poder, un matrimonio conveniente).
El ignorante no se da cuenta de ello: si lo supiese, cultivaría la honestidad y no el engaño. En consecuencia, el hombre sabio es necesariamente virtuoso (pues conocer el bien y practicarlo es, para Sócrates, una misma cosa), y el hombre ignorante es necesariamente vicioso. De esta concepción es preciso destacar que la virtud no es algo innato que surge espontáneamente en ciertos hombres, mientras que otros carecen de ella. Todo lo contrario: puesto que la sabiduría contiene las demás virtudes, la virtud puede aprenderse; mediante el entendimiento podemos alcanzar la sabiduría, y con ella la virtud.
Sócrates toma la cicuta (detalle de un óleo de David)
Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la parte de lo expuesto que corresponde al Sócrates histórico y cuál pertenece ya a la filosofía de su discípulo. Sócrates no dejó doctrina escrita, ni tampoco se ausentó de Atenas (salvo para servir como soldado), contra la costumbre de no pocos filósofos de la época, y en especial de los sofistas. Si, como parece, las ideas éticas antes expuestas son del propio Sócrates, su filosofía se sitúa en la antípodas del escepticismo y del relativismo moral de los sofistas, pese a lo cual, y a causa de su pericia dialéctica, fue considerado en su tiempo como uno de ellos, tal y como refleja la citada comedia de Aristofánes.
Con su conducta, Sócrates se granjeó enemigos que, en el contexto de inestabilidad en que se hallaba Atenas tras las guerras del Peloponeso, acabaron por considerar que su amistad era peligrosa para aristócratas como sus discípulos Alcibíades o Critias; oficialmente acusado de impiedad y de corromper a la juventud, fue condenado a beber cicuta después de que, en su defensa, hubiera demostrado la inconsistencia de los cargos que se le imputaban.
Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro, Sócrates pudo haber eludido la condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir, pues como ciudadano se sentía obligado a cumplir la ley de la ciudad, aunque en algún caso, como el suyo, fuera injusta; peor habría sido la ausencia de ley.
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